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viernes, 5 de enero de 2018

NOCHE 1: RUBIK

un cubo rubik que ordenar
hay algo roto dentro
un alfiler en el filo de la voz en lo-fi
un alfil un fósil un riff un rifle un fusil un fusible
hay algo roto dentro
un tambor boca floja jadeante bola de sebo
un balido en una caja diente bajo la alcoba temblor
hay algo roto dentro
un libro cromo con una broca brotando del bronquio
una cuerda un dardo un dado un monopoly el orden-caos
hay algo roto dentro
una duda o una deuda rueda ruleta rusa revolver
un influjo en el ojo de jaula o una cámara oscura
hay algo roto dentro
un cubo rubik que ordenar

jueves, 5 de octubre de 2017

Epopeya de (RS)-1-(1,3-metilenodioxifen-5-il)-N-metilpropan-2-amina



            Izdubar va a Suruppak City
a buscar una botica en los bajos fondos del Chinatown
(rompió su hucha con forma de Kalle
[barba blanca de cal y calva la frente ovoide
con una ranura horizontal bajo el negro bigote
—para monedas de dos
cinco y diez— se forma marxiana la boca]
y su capital asciende apenas a quinientos baros).
La botica la atiende el viejo Atarhasis y su antediluviana esposa.
Le informan que la píldora contra la ataraxia
ha salido del catálogo
y por el momento es imposible conseguirla en ninguna parte.
Cabizbajo y luego vehemente les ruega por algún remedio.
—Mira viejo, este pobre joven vino penando y esforzándose
ya dale algo para que se largue —aconseja la antediluviana.
—Escúchame bien muchacho:
cambrón es una planta de espinas que contiene catinona y catina
solo conseguible en las alcantarillas con el mote de molly
—bajando la voz
Atarhasis hace como que tose y con la mano
le dice que se retire.
Baja Izdubar a las cañerías
a comprar un par en un bar de mala muerte.
Después de veinte leguas traga un cuarto con un buche de saliva.
Después de treinta leguas entra a los baños de vapor a ver no sé qué carnes.
Ahí una serpiente 
olfatea la fragancia
a la altura escondida de la epífisis del fémur bajo la ropa
a la altura de un bocado traga el resto
y al retirarse muda
de piel entre las sombras la salida.
A esto Izdubar se sienta y llora
y al volver a casa pega al pobre Kalle de escayola
con cola-loca y cinta maskin
y recuerda lo perdido mientras sus lágrimas ruedan
como monedas hasta insertarse en la boca.

domingo, 13 de noviembre de 2016

esta escuela de entrenamiento para perros antes era un gimnasio llamado Diógenes




como madame Rimbaud que envió una carta
a Verlaine diciendo:
“yo también he sido desdichada”
me he mandado una postal de san Sebastián
pero en lugar de flechas
jeringas y en lugar de un árbol
otro cuerpo desnudo: “siempre he sabido
que todos mis vicios volverían
para mi provecho”


no tengo prisa
Verlaine nunca tiró a matar

martes, 4 de octubre de 2016

SANTACLÓS NO ME TRAJO LA ENCICLOPEDIA CATÓLICA QUE LE ENCARGUÉ LA NAVIDAD PASADA


yo quería estudiar escolástica
-llega a ser el que eres
dijo Píndaro-
pero vivir cada semana en un lugar diferente
dificulta el bien común y el gordo Aquino
no dijo nada sobre ser okupa
no dijo nada excepto que la ley es un bien común
y que Dios está en todas partes

si quiero sentirme protegido entro
a las casas de los vecinos
la luz de las estrellas -como los ojos de Dios-
no es tan amenazadora
cuando se lee la Summa Theologiae bajo el tenue resplandor
de una lámpara de cárcel