un cubo rubik que ordenar
hay algo roto dentro
un alfiler en el filo de la voz en lo-fi
un alfil un fósil un riff un rifle un fusil un fusible
hay algo roto dentro
un tambor boca floja jadeante bola de sebo
un balido en una caja diente bajo la alcoba temblor
hay algo roto dentro
un libro cromo con una broca brotando del bronquio
una cuerda un dardo un dado un monopoly el orden-caos
hay algo roto dentro
una duda o una deuda rueda ruleta rusa revolver
un influjo en el ojo de jaula o una cámara oscura
hay algo roto dentro
un cubo rubik que ordenar
Punk Freud
Traducciones. Poesía. Ensayo.
!
viernes, 5 de enero de 2018
jueves, 5 de octubre de 2017
Epopeya de (RS)-1-(1,3-metilenodioxifen-5-il)-N-metilpropan-2-amina
Izdubar
va a Suruppak City
a
buscar una botica en los bajos fondos del Chinatown
(rompió
su hucha con forma de Kalle
[barba
blanca de cal y calva la frente ovoide
con
una ranura horizontal bajo el negro bigote
—para
monedas de dos
cinco
y diez— se forma marxiana la boca]
y
su capital asciende apenas a quinientos baros).
La
botica la atiende el viejo Atarhasis y su antediluviana esposa.
Le
informan que la píldora contra la ataraxia
ha
salido del catálogo
y
por el momento es imposible conseguirla en ninguna parte.
Cabizbajo
y luego vehemente les ruega por algún remedio.
—Mira
viejo, este pobre joven vino penando y esforzándose
ya
dale algo para que se largue —aconseja la antediluviana.
—Escúchame
bien muchacho:
cambrón
es una planta de espinas que contiene catinona y catina
solo
conseguible en las alcantarillas con el mote de molly
—bajando
la voz
Atarhasis
hace como que tose y con la mano
le
dice que se retire.
Baja
Izdubar a las cañerías
a
comprar un par en un bar de mala muerte.
Después
de veinte leguas traga un cuarto con un buche de saliva.
Después
de treinta leguas entra a los baños de vapor a ver no sé qué carnes.
Ahí una
serpiente
olfatea la fragancia
a
la altura escondida de la epífisis del fémur bajo la ropa
a
la altura de un bocado traga el resto
y
al retirarse muda
de
piel entre las sombras la salida.
A
esto Izdubar se sienta y llora
y
al volver a casa pega al pobre Kalle de escayola
con
cola-loca y cinta maskin
y
recuerda lo perdido mientras sus lágrimas ruedan
como
monedas hasta insertarse en la boca.
domingo, 13 de noviembre de 2016
esta escuela de entrenamiento para perros antes era un gimnasio llamado Diógenes
como
madame Rimbaud que envió una carta
a Verlaine diciendo:
“yo también he sido desdichada”
me he mandado una postal de san Sebastián
pero en lugar de flechas
jeringas y en lugar de un árbol
otro cuerpo desnudo: “siempre he sabido
que todos mis vicios volverían
para mi provecho”
a Verlaine diciendo:
“yo también he sido desdichada”
me he mandado una postal de san Sebastián
pero en lugar de flechas
jeringas y en lugar de un árbol
otro cuerpo desnudo: “siempre he sabido
que todos mis vicios volverían
para mi provecho”
no
tengo prisa
Verlaine nunca tiró a matar
Verlaine nunca tiró a matar
martes, 4 de octubre de 2016
SANTACLÓS NO ME TRAJO LA ENCICLOPEDIA CATÓLICA QUE LE ENCARGUÉ LA NAVIDAD PASADA
yo quería estudiar escolástica
-llega a ser el que eres
dijo Píndaro-
pero vivir cada
semana en un lugar diferente
dificulta el
bien común y el gordo Aquino
no dijo nada
sobre ser okupa
no dijo nada
excepto que la ley es un bien común
y que Dios está
en todas partes
si quiero
sentirme protegido entro
a las casas de
los vecinos
la luz de las
estrellas -como los ojos de Dios-
no es tan amenazadora
cuando se lee la
Summa Theologiae bajo el tenue
resplandor
de una lámpara
de cárcel
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