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jueves, 23 de abril de 2015

El amor es una máquina de circunstancias: Querida Fábrica, de Dolores Dorantes



Tópicos como el amor y la violencia en la poesía se ha dicho en varias ocasiones que están agotados, algo que posiblemente sea cierto en algún sentido, sin embargo un tópico no se puede agotar, lo agotable es el lenguaje con el que se aborda, el tema y las puntos de vista desde donde se le contemple. Por lo tanto, el tópico tiene las posibilidades de intervención según las capacidades de lenguaje y los posicionamiento que alcance el poeta. T.S. Eliot escribió: “Nacer, copular y morir./ Ese es toda la realidad a la hora de la verdad”1. Esta delimitación de hechos esenciales no es una limitación de temas ni de estilos, y cada poeta se enfrenta a ellos desde sus posibilidades y recursos literarios.

Este sería el caso de Dolores Dorantes en Querida fábrica, libro de poemas donde entrega un ejercicio de distanciamiento de las convenciones y lugares comunes de la poesía amorosa y el tema de la violencia, pero sin abandonar la fuerza del lenguaje y la aplicación de recursos poéticos puntuales. El lenguaje de la poesía de Dorantes contiene una flexibilidad sobria, donde podemos descubrir dos tipos de discurso no marcadamente diferentes, pero si con ciertas peculiaridades formales y de esencia. La poeta parece indicarlo intencionalmente mediante la tipografía; las cursivas en Dorantes no solo son un elemento gramático o visual, también le da un valor connotante a los significados, reasignándoles otros sentidos más sutiles. Las palabras marcadas funcionan como acotaciones de una voz más profunda en el discurso poético,  sugiriendo así leer el poema con otro tipo de atención. Utiliza también los paréntesis como información extra que aún pertenece a cada discurso. Ésta intervención del lenguaje abre varias posibilidades de interpretación que cada lector puede emprender.

Los poemas son un diálogo con el amor perdido y recuperado mediante el lenguaje, es, por lo tanto, un diálogo con el lenguaje mismo; un lenguaje frente un tipo de violencia ejercida desde adentro del discurso, al que Bourdieu llama violencia simbólica2. El lenguaje desarrollado por Dorantes en el libro se desmarca de los contextos de los esquemas asimétricos de poder, que siempre están reflejados en la reproducción de los roles sociales, estatus, género y dominio sobre el cuerpo del otro/a. Lo hace mediante los constantes cambios de voz lírica adoptados con distintas marcas de género, de manera que no se encuentra un desarrollo genérico masculino o femenino a lo largo del libro, sino un saludable intercambio no diferenciado. Las relaciones afectivas que se observa en el lenguaje no tienen un sentido de dominio, sino de desprendimiento por quien se ama.

  Querida fábrica, es una recreación de una condición social dada en la frontera de México con los Estados Unidos. Miles de mujeres van a trabajar a diario a las zonas industriales, un lugar con sus construcciones metálicas en medio del desierto, a las fábricas o maquilas para sostener a sus familias. También estos tipos de trabajo han permitido que algunas hayan obtenido el empoderamiento y emancipación que da la adquisición de capital económico, teniendo a una parte de la sociedad dependiendo de los recursos que ganan las mujeres, de manera que se invierten algunos de los papeles sociales tradicionales. Sin embargo, los poemas escritos por Dorantes reflejan aquí, también el horror de la muerte a la que se ven amenazadas estas mujeres debido a la violencia ejercida constantemente contra ellas, visibilizado en las últimas décadas por los constantes feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez, Chihuahua, hogar de la autora. El miedo a la muerte se observa constantemente, igual que el desamparo por la pérdida del ser amado.

Las palabras a veces desprendidas del discurso sumergido en el terror de la perdida, como las palabras que dejan los familiares de las victimas tanto en el aire caliente de la frontera, como escritas sobre las cruces de las desaparecidas en Cd. Juárez.

Hay también una presencia del silencio, del nudo en la garganta, en la interrupción abrupta de algunos versos. La búsqueda por el sustento diario, por la supervivencia lleva a estas mujeres a afrontar constantemente el riesgo de la muerte, todo en una geografía inhóspita, en un ambiente industrial generalmente considerado masculino, ahora ocupado por ellas:

Cuando la ciudad se plaga de humo
y mi jardín florece regado con las sangres revueltas
el monitor que somos se levanta herido echando bocanadas

No podría decir que es verdad esto que me motiva pero: aquí está
en la hambrienta fosa del ánimo reducida a un bostezo
hay una madeja que se expande

la de motor metálico y oscuro        otra patria
otra fábrica del interior3

Dorantes desarrolla una buena cantidad de recursos que no escatima en usar a lo largo de sus poemas: tropos y demás figuras retóricas, aliteraciones, enumeraciones, encabalgamientos, la ya mencionada tipografía significante y gramatical, cambios de voz lírica, etc. Descubrimos, por lo tanto, una capacidad polisémica particular; por ejemplo, si decidiéramos hacer una exégesis de un sólo poema, encontraríamos que saldrían varias interpretaciones que han sido planteadas intencionalmente: la pérdida del amor, el poder evocador e invocador de la palabra, la ruptura amorosa y del lenguaje, el desafío del sistema patriarcal y el intercambio genérico en la figura amorosa. 

Los poemas de Querida fábrica son también un reflejo del valor que se ha ganado la mujer trabajadora, los desafíos que enfrenta y su capacidad para enfrentarlos, todo ello mediante las herramientas que proporciona el lenguaje poético. Toda una serie de circunstancias retratadas por una poeta joven y con una mirada concentrada y atenta a los intersticios de las relaciones amorosas y sociales. Los poemas de Dorantes están cimentados en puntuales recursos poéticos que atraviesan algunos tópicos "comunes" y los transmutan en espacios íntimos y entrañables.

Quizá la mejor definición de la poética de Dorantes, la da ella misma en un poema del libro, cuando dice:

Esto no es poesía
es
lo que dictan las circunstancias:
     una res abierta descansando en la carnicería
una puerta violada para alcanzar tu corazón, criminalmente4

El poema es dictado por la(s) circunstancia(s) que expone la poeta, por una realidad que no resulta infranqueable, sino que mediante la capacidad del lenguaje poético logra derribar las barreras impuestas por la violencia simbólica; por lo tanto nuestras lecturas son también circunstanciales, pero es la poeta quien nos plantea las diversas y asombrosas posibilidades que poseen cada poema del libro.

Miguel Ángel Díaz




Dolores Dorantes (Córdoba, Veracruz, 1973) es poeta, narradora, periodista y activista social. Creció en Ciudad Juárez, y ahí empezó su historia en la literatura, lugar de donde tuvo que emigrar debido a amenazas y agresiones en su contra por su labor social. 
Ha publicado Poemas para niños (Tucán de Virginia, 1999), Lola: cartas cortas (Tierra Adentro, 2001), SexoPUROsexoVELOZ (Lápsus-Oráculo, 2004), Dolores Dorantes (KenningsEditions, 2008), Intervenir (coautoría con Rodrigo Flores Sánchez, 2009), Estilo (Manosanta, 2011) y Querida Fábrica (Práctica Mortal, 2012).

Puede leer Querida Fábrica y otros libros de Dolores Dorantes en la siguiente liga: http://issuu.com/cieloportatil
También mantiene un blog: http://doloresdorantes.blogspot.mx/



__________________
T. S. Eliot, Poesías reunidas, Alianza/CONACULTA, México, 2012, p. 143.
Dolores Dorantes, Querida fábricaCONACULTA, México, 2012.
3 Cfr. Pierre Bourdieu y Jean Claude-Passeron, “Fundamentos de una teoría de la violencia simbólica”, en Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude. La Reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, Libro 1, Editorial Popular, España, 2001. pp. 15-85
Ibíd., Dolores Dorantes, p.41

5 Ibid. 37.

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