INTERPRETACIÓN LIBRE DE UN TRÍPTICO
DE HIERONYMUS VAN AKEN
para Ramón Manuel Pérez
TRÍPTICO
CERRADO
En
el tercer día de la creación
se
abrió el ombligo de Dios
TRÍPTICO ABIERTO
I.
Panel Izquierdo:
El Jardín de Edén
Bajo la fuente
que es un falo
hay una lechuza
hay una urna con
leche
de luz y Dios bendice a los hombres
bajo la fuente
que es una flor
que es una forma
mineral sobre el agua
donde se esconde
el demonio y Dios
bendice a las
bestias que riñen
y beben de la
fuente
que es un
vegetal rosa
un jabalí tras
un bípedo extraño
un batracio un
anfibio en la boca
de un
leopardo Dios bendice
bajo la sombra
del Árbol un mundo
a punto de
explotar
II.
Panel Central: El Jardín de las Delicias
Lujuria del latín luxus: exuberancia como jauría de cuerpos posando desnudos cogiendo
frutas frutos cogiendo aves luxus:
dislocándose como huesos de la mandíbula divina un jardín de petirrojos sobre
patos sobre arroyos jarrones grifos unicornios que simbolizan el pecado del
latín peccatus: delito del latín pecco: tropezar con un cortejo de
jinetes alrededor de un estanque de mujeres con cuervos en la cabeza e íbices y
pavorreales sirenas en el delta del Éufrates palacios-alambiques donde
acróbatas fornican parados de manos monos cascaras de nueces peces voladores
sobre flores gigantes huevos búhos ostras bosques y una cueva donde Eva es
señalada por San Juan Bautista como la madre de este carnaval de carne del
latín caro del latín carnis del griego kreas del sánscrito kravya:
“parte material del hombre que incita a la lujuria”: luxus ad nauseam
III.
Panel Derecho: El Infierno Musical
En el culo del
mundo
sobre el postigo
derecho
se derrumba la
noche se derrumba
como notas de
una zanfona escritas en el trasero de un condenado
rezumba como la
noche el fuego rezumba
en la cloaca de
la monja-cerdo
resuena el
órgano de manivela al que da cuerda un pederasta resuena
una trompeta que
se traga a un réprobo
y los huesos de
otro réprobo truenan en las mandíbulas del Diablo-Cabeza-de
Caldero
San Antonio
hombre-árbol con sombrero de gaita nos mira inquietante y de su
cuerpo huevo vacío se asoma el Bosco
a este infierno
de flechas y dagas donde un par de orejas unidas por un cuchillo
es el sexo que
nos grita al oído Ven
―dice el Bosco―
a jugar a los naipes
ven a oír como
caen las monedas a un poso de mierda
a oír
como suena la
flauta en el ano del anatema ven a
ver el vómito
del mundo
cayendo al silencio ensordecido por las sombras
deja tus llaves
en el alfiler de calavera y entra
ya la comadrona
sirve el vino de la avaricia
y el
ornitorrinco patina sobre el hielo ya
va a empezar el
concierto de perros ladrando
a las puertas de
Sodoma ven
Miguel Díaz
5 de febrero, 2015
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