YO ERA UN EXPLORADOR POLAR
Yo era un explorador polar en mi juventud
y pasé incontables días y noches congelándome
en un blanco lugar tras otro. Eventualmente,
renuncié a viajar y me quedé en casa,
y ahí creció dentro de mí un repentino exceso de desear,
como si un torrente de luz me atravesara
igual que a un diamante
Llené páginas tras páginas de las visiones que había tenido―
gimientes mares de hielo apilado, glaciares gigantes, y el
alborotado
blanco de los icebergs. Entonces, sin más que decir, me
detuve,
y miré lo que estaba a mi alrededor. Casi a la vez,
un hombre de abrigo oscuro y sombrero de ala ancha
apareció bajo los árboles frente a mi casa.
La forma en que miraba de frente y de pararse,
sin mover su peso, dejando caer sus brazos
a los costados, me hizo creer que lo conocía.
Pero cuando levanté la mano para saludar,
dio un paso atrás, se volteó y empezó a desvanecerse
como la nostalgia se desvanece hasta no quedar
nada más.
LA LLEGADA MISTERIOSA DE UNA CARTA INUSUAL
Había sido un largo día en la oficina y un largo trayecto al
pequeño departamento donde vivía. Cuando llegué ahí, de un golpe prendí la luz
y vi en la mesa un sobre con mi nombre escrito. ¿Dónde estaba el reloj? ¿Dónde
estaba el calendario? La letra era de mi padre, pero él tenía muerto cuarenta
años. Como lo haría cualquiera, empecé a creer que quizás, sólo quizás, él
estuviera vivo, con una vida secreta en alguna parte. ¿De qué otra forma explicar
el sobre? Para mantener el equilibrio me senté, lo abrí y saqué la carta. “Querido
hijo,” era la forma en que comenzaba. “Querido hijo” y después, nada.
EL MINISTRO DE CULTURA CUMPLE SU DESEO
El Ministro de Cultura llega a casa después de un agotador día
en la oficina. Se acuesta en su cama y trata de pensar en nada, pero no pasa nada
o, mejor dicho, no puede. Nada está en ningún lado haciendo lo que la nada
hace, que es expandir la oscuridad. Pero el ministro es paciente, y poco a poco las cosas se desvanecen― las paredes de su casa, el parque al otro lado de la
calle, sus amigos en la ciudad próxima. Cree que finalmente la nada ha llegado a
él y, en su forma ausente, le dice: “Querido, sabes cuánto he querido
agradarte siempre, y ahora he llegado. Y es más, he llegado para quedarme”.
MISTERIO Y SOLEDAD EN TOPEKA
La tarde se oscurece hacia el anochecer. Un hombre cae más y
más profundo a un lento espiral de sueño, a la deriva de éste, a lo largo de
éste, a través de lo que se siente como niebla, y viene al fin a una puerta
abierta que atraviesa sin saber por qué, y otra vez sin saber por qué, va a un cuarto donde se sienta y espera mientras el cuarto parece cerrarse a su alrededor
y la oscuridad es más oscura que nada de lo que ha conocido, y siente algo formándose
adentro de él, sin estar seguro de qué es, eso se aferra a él creciendo, como si una
historia estuviera revelándose, en la que dos personajes, Placer y Dolor,
cometieran el mismo crimen, uno que le pertenece, que él confiesa una y otra
vez, hasta que deja de tener sentido.
PERRO
Un perro es humano como el resto de nosotros
Un perro es alguien con un hueso en la boca
Un perro puede menear su cola de la forma en que nosotros lo
hacemos
Mira al perro que mea
en el arbusto
Ese perro se ha cambiado al arbusto de al lado
Un perro puede amar más que un perro
Un perro con falda está listo para bailar
Un perro tiene nombres para sí, que un hombre desconoce
Un perro se siente solo en un santiamén
Un perro lucha contra el infinito
El vacío de un perro es plenitud en alguna otra parte
Ven aquí, mi perro, mi amor, y siéntate conmigo
Cuando mi perro me
mira, caigo de rodillas
Lloro cuando mi perro ladra órdenes
Si mi perro me ama, soy feliz
Un perro es la pesadilla de un barbero
Un perro es un testigo silencioso
Si una mesera besa a un perro, es de mente abierta
Cuando un perro es jefe, todos son puntuales
Cuando un perro quiere sexo, todos aúllan y se corretean
A veces una pierna es suficiente para un perro
Sé de un perro para el que China es nada
Sé de un perro que sus garras son manos
Un perro es más inteligente de lo que puedes imaginar
Un perro no va a la oficina
Un perro lame la mano que lo alimenta
SEGÚN DICES
Todo está en la mente, dices, y no hay
nada que hacer con la felicidad. La llegada del frío,
la llegada del calor, la mente tiene todo el tiempo del
mundo.
Tomas mi brazo y dices que algo va a pasar,
algo inusual para lo que estuvimos preparados siempre,
como el sol llegando después de un día en Asia,
como la luna partiendo después de estar una noche con nosotros.
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I HAD BEEN A POLAR EXPLORER
I had been
a polar explorer in my youth
and spent
countless days and nights freezing
in one
blank place and then another. Eventually,
I quit my
travels and stayed at home,
and there
grew within me a sudden excess of desire,
as if a
brilliant stream of light of the sort one sees
within a diamond
were passing through me.
I filled
page after page with visions of what I had witnessed—
groaning
seas of pack ice, giant glaciers, and the windswept white
of
icebergs. Then, with nothing more to say, I stopped
and turn my
sights on what was near. Almost at once,
a man
wearing a dark coat and broad-brimmed hat
appeared
under the trees in front of my house.
The way he
stared straight ahead and stood,
not
shifting his weight, letting his arms hang down
at his
side, made me think that I knew him.
But when I
raised my hand to say hello,
he took a
step back, turned away, and started to fade
as longing
fades until nothing is left of it.
THE MYSTERIOUOS ARRIVAL OF AN UNUSUAL LETTER
It had been
a long day at the office and a long ride back to the small apartment where I
lived. When I got there I flicked on the light and saw on the table an envelope
with my name on it. Where was the clock? Where was the calendar? The
handwriting was my father’s, but he had been dead for forty years. As one
might, I began to think that maybe, just maybe, he was alive, living a secret
life somewhere nearby. How else to explain the envelope? To steady myself, I
sat down, opened it, and pulled out the letter. “Dear Son,” was the way it began.
“Dear Son” and then nothing.
THE MINISTER OF CULTURE GETS HIS WISH
The
Minister of Culture goes home after a grueling day at the office. He lies on
his bed and tries to think of nothing, but nothing hap-pens or, more precisely,
does not happen. Nothing is elsewhere doing what nothing does, which is to
expand the dark. But the minister is patient, and slowly things slip away—the
walls of his house, the park across the street, his friends in the next town.
He believes that nothing has finally come to him and, in its absent way, is
saying, “Darling, you know how much I have always wanted to please you, and now
I have come. And what is more, I have come to stay.”
MYSTERY AND SOLITUDE IN TOPEKA
Afternoon
darkens into evening. A man falls deeper and deeper into the slow spiral of
sleep, into the drift of it, the length of it, through what feels like mist,
and comes at last to an open door through which he passes without knowing why,
then again without knowing why goes to a room where he sits and waits while the
room seems to close around him and the dark is darker than any he has known,
and he feels something forming within him without being sure what it is, its
hold on him growing, as if a story were about to unfold, in which two
characters, Pleasure and Pain, commit the same crime, the one that is his, that
he will confess to again and again, until it means nothing.
DOG
A dog is
human just like the rest of us
A dog is
someone with a bone in his mouth
A dog can
wag his tail the way we do
Look at
that dog pee on the bush
That dog
has moved on to the next
A dog can
love more than a dog
A dog in a
skirt is ready to dance
A dog has
names for himself that a man can’t know
A dog gets
lonely at the drop of a hat
A dog
struggles against infinity
A dog’s emptiness is a fullness elsewhere
Come here,
my dog, my love, and sit with me
When my dog
stares at me, I fall to my knees
I weep when
my dog barks commands
If my dog
loves me, I am happy
A dog is a
barber’s nightmare
A dog is a
silent witness
If a
waitress kisses a dog she’s open-minded
When a dog
is boss, everyone struts
When a dog
wants sex, everyone howls and scampers around
Sometimes a
leg is enough for a dog
I know a
dog for whom China is nothing
I know a
dog whose paws are hands
A dog is
smarter than you can imagine
A dog
doesn’t go into the office
A dog licks
the hand that feeds him
SO YOU SAY
It is all
in the mind, you say, and has
nothing to
do with happiness. The coming of cold,
the coming
of heat, the mind has all the time in the world.
You take my
arm and say something will happen,
something
unusual for which we are always prepared,
like the sun
arriving after a day in Asia,
like the
moon departing after a night with us.
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[Los poemas aquí traducidos han sido tomados de las páginas: http://www.poemhunter.com/mark-strand/ y http://www.poetryfoundation.org/bio/mark-strand#about donde puede encontrar más poemas de Mark Strand, y puede oír estos poemas leídos por el mismo autor en el idioma original.]
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