Imaginemos que el punto
de una i minúscula
engorda tanto
que apenas su columna
vertebral
pueda sostenerlo
Problema inverso
a la glositis que vuelve
impronunciables
las vocales semiabiertas
Aquí el punto sobre la
letra
ya no es un punto
sino un pez globo
atrapado
entre el paladar y el
dorso de la lengua
un sonoro edema
hinchándose poco a poco
hasta enmudecernos y
explotar
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